domingo, 6 de noviembre de 2011

DECID QUE EL EVANGELIO SE PREDICA A LOS POBRES.

Jóvenes para la nueva evangelización, jóvenes edificados en la liturgia sacramental, en la santa misa, jóvenes arraigados, que conocen y ponen en práctica la palabra, jóvenes firmes en la fe, firmes en la vida de caridad, eso es lo que son los Jóvenes de San José o por lo menos, lo que deben aspirar a ser.
Sábado noche, los Jóvenes de San José, salen a las calles a dar alimento a los hambrientos, a vestir al desnudo, a consolar al afligido, a contar un chiste a triste, a sonreír a todos. Una de nuestras primeras paradas es la de Plaza Catalunya, esta vez nos están esperando unas 80 personas, aproximadamente, repartimos los alimentos, antes bendecimos, y nos encomendamos a la virgen con el rezo del avemaría. Comen, y se acercan a hablar con nosotros. “No tengo ropa para cambiarme”, “hace un mes me echaron del trabajo, no sé qué hacer”, “Mi marido y yo vivimos en la calle”, “Estoy enfermo, llevo dos meses esperando las ayudas sociales, pero no llegan”, “Nos quedamos sin trabajo, me han quitado a mis hijos”, “Mi hijo está con una familia de acogida, yo no puedo hacerme cargo de él, y el mismo día del parto me lo quitaron”, etc, etc. Estas, y otras parecidas son las historias que nos cuentan, las historias que estamos acostumbrados a escuchar, semana, tras semana. El Señor mueve nuestros labios, para consolar a estar personas, guía nuestras palabras para que el consuelo del Señor llegue hasta ellos.
Ya han comido, y los jóvenes anuncian que ahora se distribuirán a todos los que lo deseen, pantalones, abrigos, sacos de dormir, jabón, cuchillas de afeitar, etc, etc. Los que no consiguen lo que necesitan, se van a otro chico a hacer su pedido, “la semana que viene lo tendrás aquí, si es de Dios, rézale a la Virgen para que podamos traerte estas cosas”, o algo parecido le dice el chico que se encarga de los recados de los pobres.
Y finalmente lo más importan, el grupo de catecismo, con nuestros pobres, este sábado cae un chaparrón increíble pero bajamos al metro y ahí mismo, a voz en grito, que lo puede escuchar todo el mundo, se predica el Evangelio, a la luz de ojos incrédulos, al paso de metros, y viajantes, los jóvenes de San José con el rosario en la mano, anuncian la buena nueva del Evangelio a los pobres. Este sábado son unos 20 que vienen a la catequesis, la lluvia ha asustado a algunos y se han tenido que marchar, la semana anterior éramos casi 40. Dios quiera que pronto podamos predicar el Evangelio a todos los pobres de Barcelona.

Marcos Vera Pérez

1 comentario:

  1. Benditos jovenes que aprovechais el tiempo que es De Dios , seguro que vuestro saldo será positivo, por que no lo predicais solo con la boca sino con hechos y eso es el seguimiento del Crist de maravilla, siendo envidia sana al no poder estar a vuestro lado queridos amigos, vaya de momento un abrazo y os animo a seguir sin desmayo.. Señor cuando este cansada enviame otro necesitado
    Beata Teresa de Calcuta

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