miércoles, 5 de octubre de 2011

Galardón del ibérico solar.

Español es el hombre nacido en tierras de Las Españas y cuya única meta en la vida es implantar con su vida el Reinado de Cristo en nuestro suelo, y por consiguiente, ensalzar al máximo, el misticismo católico en nuestra Patria.

Así es como yo veo el ser ESPAÑOL.

¿Cuál es el motivo por el cual digo esto?

Este pasado sábado día 1 de Octubre a las siete de la tarde, frente al "Parlament de Catalunya", se presentaron varios jóvenes de la Ciudad Condal, aproximadamente medio centenar, bajo el nombre de manifestantes, citados por una asociación llamada "Españolízate".

El asunto es, que tras unas breves y pobres palabras del jefe de esta asociación en las cuales, los puntos principales fueron la prohibición de las corridas taurinas y las modificaciones en asuntos lingüísticos llevadas a cabo por el Gobierno nacionalista que "gobierna" en nuestra Tierra, me sentí con la obligación de rezar antes de finalizar el acto, tras más de media hora de corrillos, una pequeña oración por la conversión de España.
Al coger la bandera nacional con el Sagrado Corazón y escupir las primeras palabras al cielo, todos los presentes que se hacían llamar ESPAÑOLES, fijaron sus ojos en mi y empezaron a hacer muecas y arrugar sus narices como si notasen salir de mis poros un olor añejo a épocas tergiversadas, de esta manera presentaban su disconformidad con lo que yo estaba haciendo.

El ambiente quedó todavía más separados. Primero, unos profundamente liberal-demócratas, otro más siniestro de corte nacional-socialista. Luego, también las señoritas a las que sus metros de tela invisible les desgarraban la dignidad y para finalizar el exiliado, el apartado por los que son abanderados de la verdad de un gobierno que moja de sangre los años más prósperos y católicos de nuestra historia.

Me sentí verdaderamente como un misionero en tierras extrañas y hostiles. Una sensación del deber cumplido y una profunda lástima ante estos jóvenes que no se dignan ya a entonar las notas del bello himno de la Acción Católica Española.

Lo queramos o no, esta es la juventud que se hace llamar ESPAÑOLA. Los que no ven más allá de su propio interés liberal y capitalista y pelean entre si por a ver quién es más puro que los ángeles.
Cristo Rey, no necesita de partidismos, si no de misas, si no de penitencias, si no de mortificaciones y rosarios para nuestra Madre. Lo que necesita Cristo, son hombres santos, hombres que como en las campañas de Covadonga, Lepanto, Breda, Bailén y el Alcázar, estén dispuestos a ofrecer su vida por el ideal de ser ESPAÑOL.

El cambio a una España mejor, vendrá por la oración, así se lo dijo el mismo Cristo a San Antonio María Claret. La vida política es dar un paso más a la moralidad, si no somos capaces de vivir moralmente bien, no seremos capaces de llevar una política sana. Cambiarán los gobiernos, y nacerán nuevos males. Con esta última afirmación no quiero decir, que en el caso de un gobierno recto no vayamos a tener problemas de muchos tipos (sociales, económicos, etc), lo que quiero decir con ello es que, si bien por causa diversas, podríamos sufrir males de muchos tipos, habrá una cosa que nunca nos podrán quitar la confianza de haber obrado rectamente. Entiendo que esto suene raro, para un mundo que está llegando a las últimas consecuencias del contrato social de Rousseau, y que ve en el político a un ecónomo, y entiende que es mejor gobernante, el que es mejor economista, y es que nunca debimos olvidar que el fin de la política es que los hombres sean felices y esto sólo lo lograremos con leyes que promuevan la virtud. La economía, que no deja de ser un asunto importante en el ámbito político, no puede convertirse en el vértice de nuestras decisiones políticas.

Abraham Montañes López.

2 comentarios:

  1. Sobre el artículo de Abraham Montañes creo que es interesante leer la noticia que publica hoy INFOCATÓLICA con el titular: Cardenal Scherer: «Tener fe en Dios es bueno para la patria» Os paso el enlace para todos aquellos que estén interesados en leerlo. http://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=10198

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  2. NOS HA LLEGADO UN COMENTARIO DE ORIOL FERRÉ Y LO PUBLICAMOS AQUI:
    Quien convirtió la economía en el eje de toda la política fue Marx. El materialismo ateo. Tan defendido hoy por quienes se presentan como aternativa a Zapatero.
    Quiero dejar un texto sobre la importancia de la perfección personal, a la que Abraham hace referencia y que creo que es la clave: la conversión interior, la identificación personal con Cristo y la lucha diaria que nos llevará a la victoria siempre que contemos con la Gracia.

    "Que cada uno procure ser perfecto en su orden y en el fiel desempeño de todas sus funciones y con esto llegará al grado y forma de santidad a que está destinado y contribuirá en lo posible a la edificación común. El verdadero progreso individual siempre influye muy eficazmente en el colectivo; y es una vana quimera el intentar uno grandes reformas sociales, que de él no dependen, mientras descuida lo que está en su mano, que es la propia reformación, con lo cual, por lo pronto habría impedido no pocos males y dado algunos buenos ejemplos. Que se reformen y perfecciones muchos miembros de una sociedad y muy luego empezará a sentirse el beneficio de esa reforma. Cuando un alma aspira de veras a la perfección cristiana, siempre arrastra con su ejemplo y lleva en pos de sí muchas; y tantas más cuanto más eficaces son esos ejemplos, cuando mayor sea la configuración de esa alma con los padecimientos del Salvador, como dice Santa Teresa, (Vida c. 11) Y mejorando con eso toda la Iglesia, ese progreso colectivo redundará a su vez en el de todos sus miembros y muy particularmente en el de quien lo provocó. Déjense, pues, todos llevar de la acción e inspiración de Dios, que en cada momento les determina lo que entonces deben hacer o padecer para irse reformando y configurando a imagen del hombre nuevo (Ef 2,15) y realizar así plenamente los adorables designios de la Providencia. Déjense penetrar por la unción del Espíritu Santo, que los ablandará y suavizará y fortalecerá, haciéndolos dóciles a la voz de la verdad y firmes en practicarla.” (Fr. Juan González Arintero, OP)

    Enhorabuena por el escrito.

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